La monogamia ha sido el prototipo de relación “válido” en el que nos han educado y con el que nos han enseñado a relacionarnos con otras personas como algo únicamente “verdadero”. Pero la realidad es que las relaciones de amor no monógamo no son nuevas…

Han existido y existen muchas formas de crear relaciones o vínculos sanos y satisfactorios; y al igual que compartimos nuestro afecto, cuidados, tiempo con diferentes familiares y amistades, Y NO PASA NADA. También podemos compartir nuestro amor e intimidad con más de una persona, dos, tres, cuatro, etc. Obviamente con un trabajo previo de revisión y autoconocimiento.

Por supuesto que las relaciones poliamorosas no son para todo el mundo, igual que tampoco lo son las monógamas. Lo que te ofrece el poliamor son formas diferentes de relacionarte, desde la empatía y el respeto hacía la(s) otra(s) persona(s) y a ti mismx. Siempre y cuando se haya hecho un trabajo de deconstrucción previo para no repetir los mismos patrones nocivos que se dan en muchas relaciones monógomas.

acuerdo en relación poliamorosa

En caso de no hacerlo, se pueden dejar muchos cadáveres emocionales por el camino y eso… Eso no es amor (de ningún tipo).

Hablemos entonces de los distintos tipos de relaciones poliamorosas:

Poliamor jerárquico vs poliamor igualitario

Serían prácticamente antagonistas, ya que un tipo de relación propone todo lo contrario de la otra.

Las relaciones basadas en el poliamor jerárquico son aquellas en las que se tiene un vínculo principal (con el que se puede, o no, convivir, tener hijos…) Y luego pueden existir otros vínculos secundarios (por parte de ambas personas).

Aunque existe una implicación emocional, física y acuerdos con esos vínculos secundarios, al final esa persona junto con su vínculo principal, muchas veces tomarán decisiones que pueden afectar directa o indirectamente en las otras relaciones.

Eso tampoco significa que los vínculos secundarios no tengan voz ni voto, que no tomen decisiones y que no puedan tener buena relación con su metamor (el vínculo principal de su relación). Hay tantas opciones como personas…

En cambio, en el poliamor igualitario no existen relaciones principales o secundarias… Todas están basadas en la igualdad entre los vínculos.

relaciones poliamorosas

Se intenta (y digo intenta porque somos personas humanas) dar la misma atención, cuidados y amor a todos los vínculos por igual. Sin priorizar unas relaciones sobre otras.

Si en una relación poliamorosa de poliamor igualitario existen unos vínculos con los que se tiene más afinidad, conexión, intimidad… Lo suyo (por respeto o los demás vínculos con los que no se tiene el mismo nivel) sería cambiar el tipo de relación o cambiar los acuerdos y comunicarse para no hacer daño a nadie.

Polifidelidad y Poliamor Individual

La polifidelidad sería lo más parecido a la monogamia, ya que la relación se “cierra” y la exclusividad sexual, afectiva, emocional, etc.  está limitada entre las personas que forman esa relación poliamorosa.

Se pueden formar triejas o triadas (parejas de tres personas), cuadrejas (de cuatro)… Y son relaciones en las que el proyecto de vida en común es entre todos los miembros de la relación. Obviamente existen muchas circunstancias, condiciones, contextos diferentes…Y aunque cada relación es única, normalmente son relaciones que la implicación es la misma por todas las partes.

En cambio el poliamor individual es para personas más independientes, y/o que tienen claro que no quieren formalizar sus vínculos. Y aunque mantengan diferentes relaciones, no pretende crear ninguna jerarquía ni una relación basada en convencionalismos (convivencia, matrimonio, formar una familia…).

Eso tampoco implica que las relaciones con sus vínculos sean de peor calidad o menos satisfactorias; siempre irá en función de lo que busque cada persona y si llegan a un punto en común como para iniciar una relación

Esto es una muestra de diferentes formas de relacionarse dentro del poliamor, pero cada relación es única, igual que los deseos y necesidades de cada persona. Por eso es importante tenerlos siempre en cuenta (y también los nuestros).

Al final lo importante es trabajar nuestras inseguridades y miedos, revisarnos interiormente, conocer desde dónde nos relacionamos y desde dónde queremos hacerlo para crear relaciones que nos satisfagan a nosotros y a nuestros vínculos

Nuestra libertad termina donde empieza la de la otra persona, por eso es imposible vivir el poliamor de forma sana si se hace con las mismas dinámicas nocivas que nos han enseñado a la hora de amar.

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